Revolución de Chuquisaca

La invasión de Napoleón a España, la abdicación de Fernando VII en favor del francés y la formación de una junta de gobierno en Sevilla, apresuraron los movimientos independentistas en América.
Estos sucesos eran seguidos con mucho interés por los abogados de Charcas, cuya finalidad, como se sabría más tarde, era independizar estos territorios del dominio español.

El claustro universitario rechazó las proposiciones de Carlota Joaquina de Borbón, hija de Carlos IV, que concibió un plan para gobernar las colonias españolas. La Audiencia de Charcas (al interior de esta institución las relaciones eran tirantes entre el presidente y el tribunal) y los «Doctores de Charcas» decidieron no reconocer a la junta de Sevilla y más bien anunciar su lealtad a Fernando VII.
El problema surge, por un lado, de un grupo denominado los «carlotistas», en alusión a Carlota, y del que Ramón García León y Pizarro, presidente cle la Audiencia, era partidario; y del otro lado estaban los «fernandistas», simpatizantes de Fernando VII, el hermano de Carlota. Todo esto sucedía en un momento en que España atravesaba por una situación crítica.

Este hecho fue aprovechado por el español García León y Pizarro, quien, temiendo una insurrección, ordenó apresar a Jaime Zudañez, miembro del cabildo (junta encargada de los intereses políticos, económicos y administrativos) y opositor de las pretenciones de Carlota.

En la víspera del 25 de mayo de 1809, Jaime Zudañez fue conducido preso junto a los oidores y el fiscal Miguel López Andreu.

La gente reaccionó y se levantó en armas exigiendo la libertad de Zudañez. Aunque García León y Pizarro ordenaron su libertad los ánimos no se calmaron y las autoridades españolas fueron «apresadas» en su vivienda, luego obligadas a renunciar y a entregar el mando político militar.

La lucha entre los partidarios de Carlota y de Fernando VII fue una razón para que las nuevas autoridades emitieran proclamas de libertad.

El movimiento de Chuquisaca no fue propiamente una revolución, sino una asonada, a partir de la cual el movimiento libertario se proyectó por América.

Después de que Zudañez fue liberado y nombrado Capitán de Artillería se formó un comité revolucionario que mandó emisarios a las provincias altoperuanas para proclamar la libertad de estas tierras.