Daniel Salamanca Urey

Biografía Resumen

Daniel Salamanca (1863 – 1935), político boliviano, presidente de la República (1931 – 1934). Nacido en Cochabamba, representó los intereses de la oligarquía de terratenientes ligados a la minería y ocupó importantes cargos políticos. Fue ministro de Hacienda y, tras el golpe de Estado de junio de 1930 que derrocó al presidente Hernando Siles (1926-1930), fue elegido presidente de la República. Durante su gobierno, estalló la guerra del Chaco (1932-1935) entre Bolivia y Paraguay, que agravó la situación económica y financiera del país.

Las medidas tomadas desde el gobierno resultaron inútiles y favorecieron un clima de tensión política que culminó con el derrocamiento de Salamanca, quien tuvo que entregar el poder al hasta entonces vicepresidente, José Luis Tejada Sorzano (1934 – 1936). Falleció en 1935 en La Paz.

Período de Gobierno

5 de Marzo de 1931 hasta el 27 de Noviembre de 1934. Proceso democrático en elecciones libres. Tiempo de duración de 3 años.

Actos Administrativos

  • Reorganizó las finanzas nacionales para la mejor atención de las necesidades de la guerra del Chaco.
  • Se dio la aprobación de una ley de implantaba en Bolivia el divorcio absoluto.
  • El 10 de mayo de 1933, a sugestión de los asesores argentinos, Paraguay declaró formalmente la guerra.
  • En 1934 convocó a elecciones generales no obstante que el grueso del electorado se hallaba en campaña y resulto ganador Franz Tamayo.
  • Se firmó el tratado de paz, superando la intransigencia del gobierno paraguayo, en Buenos Aires el 21 de julio de 1938.

El Corralito de Villamontes

Después de estas derrotas de «El Boquerón», el presidente Salamanca viajó a la zona de conflicto para destituir a Peñaranda y colocar en su lugar al general Lanza; esta acción no agradó a los asesores de Peñaranda. El 27 de noviembre de 1934 un grupo soldados, al mando del mayor Germán Busch, rodearon el alojamiento donde se encontraba el presidente, sus ministros y jefes militares.

En estas circunstancias Salamanca fue obligado a redactar y firmar su renuncia, al mismo tiempo que sentenciaba:

«Éste es el único corralito que le ha salido bien al comando…»

Por estas características este golpe de estado es recordado en la historia boliviana como «el corralito de Villamontes», porque literalmente se acorraló al mandatario y se lo forzó a dejar el poder.

Éste territorio era controlado por los bolivianos a la cabeza de Bilbao Rioja (1935), razón por la cual los paraguayos no pudieron tomar esta región. La defensa de los bolivianos contaba con un ejército de casi 30.000 hombres armados con artillería pesada.